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Control de factores ambientales en la crianza de pollitos: 2
03 July 2012Brian Fairchild, Extensionista Científico en Avicultura de la Universidad de Georgia, destaca la importancia de la humedad relativa, la ventilación, iluminación y conservación de energía durante la primeras dos semanas de vida de los pollitos. (Segunda y última parte de esta serie).
El objetivo principal en la crianza de pollitos es proveer un medio ambiente eficaz y económico, que sea cómodo y sano para que las aves desarrollen. El no proveer el ambiente adecuado durante el período de crianza reducirá la rentabilidad, debido a un menor crecimiento y desarrollo, una conversión alimenticia más pobre y mayor propensión a enfermedades, decomisos y mortalidad.
Humedad relativa
La capacidad del aire para mantener la humedad depende de su temperatura. El aire tibio puede contener más humedad que el aire frío. El término humedad relativa se refiere al porcentaje de saturación de agua en el aire a cualquier temperatura dada. El nivel de humedad influye en la
capacidad del ave para enfriarse mediante el jadeo, e influye en la producción de amoníaco.
Se recomienda que la humedad relativa se mantenga entre 50 a 70 por ciento durante todo el período de crecimiento, incluso en el período de crianza. La producción de amoníaco se da debido a la descomposición microbiológica de materia fecal en la cama. Las condiciones polvorientas en el galpón de las aves de corral están asociadas con una humedad relativa inferior al 50 por ciento.
Una humedad relativa de 70 por ciento o más proporciona condiciones medioambientales adecuadas para el desarrollo microbiano en la cama. A medida que aumenta la población microbiana se genera más amoníaco de las fuentes de nitrógeno, que se hallan en el material fecal de las aves.
El amoníaco es un gas que tiene un impacto negativo en el rendimiento y la salud del ave. Las investigaciones muestran que el aumento de amoníaco deteriora el sistema inmunológico y aumenta las enfermedades respiratorias en las aves. Los niveles altos de amoníaco durante la crianza reducen la tasa de crecimiento, que no se recupera durante el resto del crecimiento. La producción de amoníaco puede reducirse a través del control de la humedad relativa, que a su vez se regula con la ventilación. Se recomienda el manejo de las tasas de ventilación de los galpones de aves para mantener la humedad relativa entre 50 y 70 por ciento, para minimizar la producción de amoníaco y polvo.
Gráfica 1. La exposición a concentraciones de amoníaco tan bajas como 25 ppm durante los primeros 28 días puede tener un efecto negativo en el peso corporal tanto a las cuatro así como a las ocho semanas de edad
(Miles et al., 2004)
Ventilación
La ventilación es necesaria para regular la temperatura y retirar el dióxido de carbono, el amoníaco, otros gases, humedad, polvo y olores.
Se debe introducir el aire fresco uniformemente, bien mezclado con aire del galpón y debe distribuirse correctamente en toda la caseta. El patrón de flujo dentro del edificio es muy importante. La circulación de aire en la caseta se logra mediante presión negativa en los galpones de túnel.
Los ventiladores retiran aire del galpón, creando una presión negativa. El aire ingresa a través de las entradas de aire ubicadas en las paredes o en el techo, y se dirige a través del techo para mezclar el aire.
La mezcla del aire que ingresa del exterior con el aire interior impide que el aire frío se asiente cerca de la parvada y enfríe a las aves. Las entradas de aire y la velocidad del aire que ingresa a través de éstas es importante, para asegurar que el aire se mueva a lo largo del techo. Si las entradas se abren demasiado, o si la velocidad del aire que ingresa es demasiado baja, el aire frio caerá al piso más rápido. Esto no solo causará el problema que las aves se enfriarán, sino que puede crear puntos fríos en paredes y piso.
A lo que el aire tibio entra en contacto con estos puntos fríos se formará condensación y se formarán puntos húmedos. Estos puntos húmedos pueden llevar a aumentar el endurecimiento de la cama, así como a una mayor producción de amoníaco.
Esto permite que el aire se caliente a la temperatura adecuada de crianza antes de entrar en contacto con los pollitos. Esto también aumenta la capacidad del aire para retener humedad para que cuando el aire caliente baje al nivel del pollito, recoge y sostiene mejor la humedad de la cama, ayudando a mantener las condiciones de la cama en el galpón.
Se deben utilizar ventiladores de circulación para romper la estratificación de la temperatura, y proporcionar una temperatura más uniforme en toda la caseta de aves. El mover el aire más cálido al nivel de las aves no solo ayuda a mantener las temperaturas del cuerpo y del piso de las aves, sino que también ayuda a eliminar la humedad de la cama.
Se controla el funcionamiento de los ventiladores por medio de la temperatura, para mantener la temperatura deseada. Algunos ventiladores trabajan con temporizador para regular la humedad relativa y mantener la buena calidad del aire cuando el galpón está a la temperatura deseada. El controlador ambiental de la caseta opera los ventiladores en base a ajustes en la temperatura y en el temporizador. Los controladores abrirán entradas de aire situadas en las paredes laterales o en el techo, para garantizar la entrada uniforme de aire en la caseta. La cantidad que se abren las entradas está determinada por presión estática.
Iluminación durante la crianza
La luz es un factor importante durante la crianza, que no se debe ignorar. La actividad de los pollitos es mayor en intensidad de luz brillante que en baja intensidad de luz.
Durante la crianza la luz debe tener una intensidad de lo más brillante para fomentar la actividad de pollito y así ayudarles a encontrar alimento y agua. Una vez que aprenden donde se encuentran el alimento y el agua (entre siete y 10 días), la intensidad de la luz y la duración puede y debe reducirse. Los sistemas de luz deben diseñarse para producir un mínimo de 25 lux (velas de 2.5 pies) o más al nivel de las aves. Muchas de las casetas de pollos de engorde que se construyen hoy son capaces de proporcionar hasta 40 lux (velas de 4 pies) a nivel de los pollitos en el área de cría.
El aire permite utilizar mayores tasas de ventilación sin mayor uso de combustible. Estas mayores tasas de ventilación ayudarán a mantener la humedad relativa entre 50 y 70 por ciento.
El diseño del sistema de iluminación deberá permitir modificar la intensidad y la duración de la luz según crecen las aves, y proporcionar una intensidad de luz uniforme a nivel de las aves. Normalmente las luces funcionan 23 horas al día durante la crianza y la intensidad de la luz es máxima. Entre los siete y los 10 días de edad deberá reducirse el número de horas que las luces prenden (en función de las directrices de la operación), y para los 10 a 14 días de edad se debe reducir la intensidad de la luz a 5 lux (velas de 0.5 pies).
El propósito principal de la iluminación durante la crianza es garantizar que los pollitos estén activos y que busquen las fuentes de alimento y agua.
Conservación de energía
- Asegúrese que los controles de sensores/termostatos estén colocados correctamente: el ubicar los sensores/termostatos demasiado cerca de una criadora infrarroja o de los pollitos, o demasiado alto en relación al piso, puede resultar en aves con frío. Ubicarlos demasiado cerca de la pared lateral, cortina de cría o de donde el aire entra a la caseta, puede provocar un excesivo uso de combustible.
- Use ventiladores de circulación o de paletas: el uso de estos ventiladores mueve el aire caliente del techo, eliminando la estratificación de la temperatura y logra bajar el calor hacia el nivel de los pollitos, donde es necesario y reduce los costos de calefacción. Estudios demuestran que los ventiladores de circulación son efectivos sin importar qué tipo de sistema de calefacción se utiliza.
- Entrada de aire en el ático – jalar aire del ático en días frescos cuando sale el sol, puede resultar en mayores tasas de ventilación sin mayores costos de combustible. Esto permite a los productores aprovechar el aire cálido que se encuentra en el ático, el cual ayudará a mantener la humedad relativa entre 50 y 70 por ciento. Para que las entradas de aire del ático funcionen correctamente, la caseta debe ser lo suficientemente hermética para extraer por lo menos 0.13 pulgadas de columna de agua en una prueba de presión estática. Si las casetas no pueden extraer esta presión estática, se debe hacer el esfuerzo de hermetizar los galpones para reducir la filtración antes de instalar entradas en el ático.
- Eliminar filtraciones: sellar las fugas proporciona control de dónde y cuánto aire entrará a la caseta. Esto asegurará que el aire ingrese a través de entradas previstas y minimizará la posibilidad que las aves sientan frío, que la cama se endurezca y que la temperatura se estratifique durante el clima frío.
- Use temporizadores de cinco minutos en lugar de temporizadores de diez minutos: Esto reducirá la posibilidad que la temperatura del galpón baje, y como resultado los calentadores funcionarán menos tiempo, ayudará también a regular los niveles de amoníaco y de humedad.
- Limpie y repare las criadoras infrarrojas de forma regular – El mantenimiento adecuado de la criadora infrarroja reducirá el monóxido de carbono y ésta quemará el combustible de manera más eficiente. Se debe soplar el polvo de las criadoras infrarrojas entre cada parvada. Mantenga limpios los orificios del quemador. Utilice para limpiar el tamaño adecuado de agujas para evitar alterar el tamaño del orificio y gastar combustible.
Referencia - Parte 1 y 2
Carlile, F.S., 1984. Ammonia in poultry houses: a literature review. World’s Poultry Sci. J. 40:99-113.
Czarick, M., 2001. Circulation fans in houses with radiant brooders. January. University of Georgia Cooperative Extension.
Czarick, M. and B.D. Fairchild, 2004. Leakage and litter caking. Poultry Housing Tips. November. University of Georgia Cooperative Extension.
Czarick, M. and B.D. Fairchild, 2003. 1/15 h.p. circulation fans. Poultry Housing Tips. November. University of Georgia Cooperative Extension.
Czarick, M. and B.D. Fairchild, 2001. Environmental controller temperature sensor placement. Poultry Housing Tips. November. University of Georgia Cooperative Extension.
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May, J.D. and B.D. Lott, 2001. Relating weight gain and feed:gain of male and female broilers to rearing temperature. Poultry Sci. 80:581-584.
Miles, D.M., S.L. Branton and B.D. Lott, 2004. Atmospheric ammonia is detrimental to the performance of modern commercial broilers. Poultry Sci. 83:1650-1654.
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